Vincent Van Gogh,
La nuit étoilée (La noche estrellada),
óleo sobre tela, 1889,
Museo de Arte Moderno de Nueva York.
La noche estrellada (La nuit étoilée) es considerada la obra maestra más misteriosa de Van Gogh. Se ha dicho que este cuadro es más impresionante que otros de la misma época, pero yo diría que es la imagen más atractiva visualmente de toda la Historia del Arte. Data de mediados de 1889, trece meses antes del suicidio de van Gogh. Desde 1941 forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. ¿Quién, en este mundo, no la conoce? Se distingue a la distancia entre un millar de obras de arte, como la estrella más brillante en el firmamento tapizado de arrogantes luces, en la más negra de las noches. Impresionante por contraste, firme por el trazo, sublime por evocación y explosiva por impacto. El cuadro muestra la vista exterior durante la noche desde la ventana del cuarto del sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó hacia el final de su vida. Sin embargo, la obra fue pintada durante el día, de memoria y no al aire libre. Aquí podemos ver que el cielo se transfigura hasta retorcerse y volverse luz, energía viva; esto puede, en parte, explicar por qué este cuadro nos impacta más emocionalmente comparado con sus otras obras. Para Oscar Wilde, el arte sólo se expresa a sí mismo, porque posee una vida independiente, como el pensamiento, y evoluciona según sus normas. No tiene por qué ser realista en una época de realismo, ni espiritual en una época de fe. Lejos de ser un producto de su tiempo, está generalmente en oposición directa a él. La única historia que nos ofrece es la de su propio progreso. A veces vuelve sobre sus pasos y resucita alguna forma antigua, otras veces se adelanta por completo a su época, produciendo una obra que hasta un siglo después nadie comprenderá ni apreciará. Pero jamás representa a su época. La vida imita al arte mucho más de lo que el arte imita a la vida, sin embargo, lo que queda de un hombre es aquello que su nombre hace pensar, y las obras que hacen de ese nombre un signo de admiración, de odio o de indiferencia.
Graciela Mejía González
Retrato de niña, Pierre Auguste Renoir http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/retrato-de-nina-pierre-auguste-renoir.html
Joven vestida de azul, Pierre Auguste Renoir http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/joven-vestida-de-azul-pierre-auguste.html
Naná o la mujer ante el espejo, Édouard Manet http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/nana-o-la-mujer-ante-el-espejo-edouard.html
La mujer de azul, Thomas Gainsborough http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/03/la-mujer-de-azul.html
Manzanas, Paul Cézanne http://vieliteraire.blogspot.com/2013/07/manzanas-paul-cezanne.html