Por otra parte, el marqués de Coulteray, era efectivamente un vampiro, prueba de ello se encuentra en la descripción que Bénédict hace de los antepasados del matqués: "Aquellas cuatro imágenes me ofrecían la historia del vestido masculino en Francia durante un período de ciento cincuenta años, con la extraña particularidad de que los diferentes atavíos parecían vestir a la misma persona: tanto se parecían los Coulteray. Casi me atrevo a decir que se asemejaban hasta en el tono y en las maneras. Bajo los encajes y los faldones del traje Luis XV, bajo la corbata a la Garat, el traje y las polainas a la inglesa del año ix, bajo la levita de amplio cuello del tiempo de Carlos X, bajo el traje a la francesa del segundo imperio, se en contraba al mismo Coulteray subido de color, de nariz fuerte, de boca carnosa, aunque no desprovista de finura, de ojos llenos de un fuego extraño y turbador, de frente algo estrecha, pero voluntariosa, subrayada por cejas unidas por su nariz y, sobre todo, de un gran talante de audacia algo insolente que parecía decir: ¡el mundo es mío!".
El final de "La muñeca sangrienta" queda inconcluso y sin dejar terminado ciertos hechos. Es así porque continúa en la siguiente novela de Gaston Leroux, "La máquina de asesinar", publicada también en 1923 y que continúa esta historia con los mismos personajes hasta su conclusión final.
Desde mi punto de vista, en este relato, Leroux nos transporta a un mundo de vampiros sin que uno sospeche, debido al título de la obra y porque los primeros capítulos nada de este tema refieren, la habilidad de Leroux hace que el lector piense que se trata de una novela romática al estilo de "La Bella y la Bestia" o "El Jorobado de Notre Dame", porque el protagonista de esta historia, así como su ya tan famoso "Fantasma de la Ópera" es un hombre muy feo, pero con un corazón muy bello. Este relato pone nuevamente al juicio del lector la terrible, pero inevitable perdición de Bénédict Masson quién siendo tan feo la gente ignorante de su aldea dio el sobre nombre de monstruo y la impotencia de este ante tal acusación le hizo vivir de forma ermitaña anhelando que una mujer bella alguna vez se fijara en él. Así suceden siete asesinados de mujeres en aquella región y Masson es el único sospechoso, y su bella enamorada Christine le acusa. Para mi, la novela no deja en claro quién cometió estos asesinatos, si fue Masson o un hombre honesto y presuntuoso que se hacía llamar Georges-Marie-Vicent (el marqués de Coulteray) y que en realidad era un vampiro. La conclusión de esta historia me deja pensando que los hombres reprimidos por algún motivo se convierten en seres sensibles, porque Bénédict sublimaba su vida de frustración con hermosos poemas de amor: "Cosa extraña, aquel hombre de aspecto extravagante no cazaba ni pescaba, no llevaba fusil ni artilugio de ninguna clase… Pero llevaba en el bolsillo una libreta y un lápiz y hacía versos, hacía versos de amor… ¡Sólo en el amor pensaba!".
Graciela Mejía González
Ver: La mandrágora http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/04/la-mandragora.html
Murciélagos http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/murcielagos.html
El país de las tempijuelas http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/el-pais-de-las-tempijuelas.html
Erzsébet Báthory http://vieliteraire.blogspot.mx/2014/04/erzsebet-bathory_19.html
El almohadón de plumas http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/05/el-almohadon-de-plumas.html