San Miguel Arcángel, Luis Juárez

… y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, 
que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; 
fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Apocalipsis 12.9


Luis Juárez, San Miguel Arcángel,
óleo sobre tabla, c. 1615
Museo Nacional de Arte, México.

















Las pinturas de Luis Juárez, en general, se reconocen por sus ángeles rubios y de abundantes cabelleras rizadas, de rostro ovalado, frente muy amplia, cejas delgadas, ojos pequeños, nariz corta y respingada, labios finos y mejillas rosadas. De rasgos infantiles y de dulzura como podemos ver en nuestro San Miguel. En el barroco ya se tenía por moda representar al Arcángel con rasgos delicados y a fuerza de insistir en la naturaleza andrógina de los ángeles se le pinta con rostro femenino. Juárez pinta a San Miguel con estas características, puesto que no sólo tiene rostro infantil, sino de mujer. En cambio el rostro del diablo es de un ser maduro y perverso, con orejas puntiagudas, tez morena y barba velluda. Ambos personajes están dispuestos de tres cuartos, que se puede notar en el giro de sus cabezas y su tronco, representación característico de Luis Juárez, que muestran una clara teatralidad. El demonio es  de talla delgada, pero musculosa y además alto; San Miguel tiene cuerpo grácil de talla mediana, en la diestra, en alto, sujeta el asta del terrible dardo con punta, y en la izquierda parece que recién ha empujado al demonio, que se ha derrumbado; esta mano tiene el escorzo del dedo anular, característico en Luis Juárez. El brazo derecho es ligeramente más grande que el izquierdo, que parece salir de su coraza y no del hombro. Satanás posee garras tanto en manos como en pies. Al contrario de otros cuadros de este mismo tema, las alas de San Miguel, a pesar del esfuerzo que debió hacer al combatir al demonio, en ese momento que congeló Juárez en su pintura, no se nota un aleteo, las alas están inmóviles, al igual que esas telas que con justa razón las han llamado acartonadas. Las alas del arcángel están representadas como solía hacerse en el Renacimiento con alas de águila, muy realistas, de plumas rosadas al exterior y blancas en el interior, pero tan cortas, que apenas se concibe que puedan arrebatar por los aires al ángel con todo el peso de sus armas y abundantes vestiduras. En cambio Satanás lleva alas de quiróptero, de dragón o de murciélago (animales asociados a la oscuridad). Con frecuencia el demonio es un dragón y si la escena es el Apocalipsis tendría siete cabezas, pero Luis Juárez sólo ha aludido al dragón al insinuarlo con esas alas. El tratamiento de los paños es a base de grandes luces y efectos de difuminación que le confiere a su personaje distinción y elegancia. En el traje brillan estrellas y sobre el pectoral lleva el sol y la luna, los cuales tienen varias interpretaciones, pueden simbolizar a Dios y a la Virgen María, o bien se asocian con las almas de los elegidos y los condenados de a cuerdo con su función de conductor de las almas de los muertos, sin embargo, el mismo arcángel representa lo que porta en su coraza cuando es nombrado estrella máxima y lucero que acompaña al sol, y fue representado así a partir del Renacimiento. De igual manera hay elegancia en sus medias botas, que dejan al descubierto sus dedos. Satanás está desnudo y por ello podemos notar el buen dibujo de su anatomía y además de las garras y las alas, lleva una larga cola que parece Serpiente. Existen otros atributos, además de la espada de fuego, la lanza y el estandarte, con los que se ha representado a San Miguel; la balanza, la palma, el cetro y la cruz. El estandarte lo identifica como abanderado de Cristo en el ejército de los ángeles; el cetro le confiere el rasgo de autoridad; la palma es símbolo de victoria militar; la espada de fuego le da el sentido de guardián del paraíso y el escudo significa la fortaleza guerrera. En el periodo Gótico solía representarse con una bandera que ostentaba una cruz, pero en este cuadro, Luis Juárez ha sustituido esa bandera por una banderola que lleva su nombre «Quis ut Deus» o «Quién como Dios» y en la cabeza le ha puesto una diadema, que alude a su carácter principesco.
Miguel significa «Quién como Dios» y además pertenece a la más alta jerarquía de los ángeles, y por lo tanto es el principal de los siete conocidos: Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Mathiel, Jehudiel y Sealtiel; y es considerado como el espíritu más elevado después de la Santísima Trinidad y la Virgen María. Asegura Daniel que él será quien, cuando el anticristo venga a la tierra, aparecerá entre los hombres para defenderlos y protegerlos; él fue el que luchó contra el dragón, también fue él quien disputó con el diablo cuando este enemigo trató de destruir el cuerpo de Moisés; él es igualmente el que al fallecer los fieles se hace cargo de sus almas y las introduce en el paraíso glorioso. El fue quien envió las plagas sobre los egipcios, quien separó las aguas del mar Rojo, guió al pueblo através del desierto, y lo condujo a la tierra de promisión. Y él será quien en cuanto el Señor le dé la orden, matará valientemente al Anticristo y quien dará la voz para que los muertos resuciten, y quien el día del juicio presentará ante el tribunal la cruz, los clavos, la lanza y la corona de espinas. Pero aquello que más lo glorifica es el hecho de haber recibido en sus manos el alma de María, la madre de Dios. Cuando ésta se aproxima a su muerte en la tierra, desciende sobre ella «el gran ángel» que no puede ser otro que San Miguel: «Yo soy el que toma las almas de los que se humillan así mismos ante Dios y el que las traslada al lugar de los justos el mismo día en que salen del cuerpo. Y por lo que a ti se refiere, si llegas  a abandonar el cuerpo, yo en persona vendré por ti». Por otra parte, Lucifer significa el que lleva la luz y era el ángel que Dios creo más bello, tan bello que después de él no habría quien se le pudiera comparar en belleza y al sentirse superior desafió a su creador, entonces otro espíritu bello y radiante apareció como rayo y combatió con él y le venció. San Miguel por este acto de arrojo y amor a Dios, se convirtió en el más bello de todos, pues su hermosura propia fue transferida la que en castigo el perverso había perdido. El demonio expulsado del cielo perdió su belleza, por eso es que los artistas lo han pintado como un monstruo horrible, creo que la forma en que describe Roig a Satanás es la que más se parece a la que ha hecho Juárez en este cuadro: Miguel empuña la lanza  contra el demonio que tiene a sus pies. Este negro y velloso, remeda bastante la forma humana, pero también la de dragón u otro animal fantástico, con las alas de murciélago. En la Edad Media el demonio asume forma de león, serpiente, dragón o sirena, en el periodo Gótico, con forma de distintos animales fantásticos, los representados en los llamados «Bestiarios», como gárgola o como cuadrúpedo velludo y volando. A finales del Gótico ya tiene forma humana, pero aún conserva sus alas, cola y garras, como en el caso del cuadro de Luis Juárez, que fue creado además, con características renacentistas; cuando su figura es perfeccionada por la influencia del arte clásico, y es aquí en donde se ha dicho que en el cuadro de San Miguel Arcángel, el demonio es anatómicamente superior al Arcángel. El pasaje bíblico descrito por Isaías 14.12-15, muestra como siendo mayor el poder de Satanás ha sido vencido: «¡Cómo caíste de los cielos, oh, lucero, hijo de la aurora! ¡Y has sido derribado por tierra, tú, que abatiste a las naciones!». Esto prueba una vez más que la fuerza celestial se impone ante el mal. Dos fuerzas de semejante poder se enfrentan en una  lucha decisiva, que sin embargo les está predestinada a los ángeles la victoria. Como se ve a los pies de San Miguel en los distintos cuadros que de este hecho se han pintado ya denota su derrota. La gran batalla es cosmológica y lo que está en pugna es el gobierno del cielo o del infierno. Se trata de una guerra entre dos fuegos. Podemos reconocer que la importancia de este evento, en donde los hombres cristianos de los siglos XV, XVI y principios del XVII, debieron ver más que impactantes esos cuadros que trataron este pasaje de la Biblia. Miguel Arcángel es el príncipe de los ángeles, el vencedor de Lucifer, por lo cual, quien mejor que él para representar la victoria. «Y tú eras aquel que dijiste en tu corazón: ¡Yo subiré al cielo! ¡Sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi trono! En cambio fuiste precipitado del cielo en las profundidades del abismo». Nuevamente tenemos aquí la muestra de que Satanás tenía el poder como para vencer, y no fue así, pero respecto a este suceso Giovanni Papini se pregunta ¿por qué misterio fue necesaria la fuerza de Miguel y de todos sus ángeles para dominar al diablo? Él Omnipotente con un sencillísimo acto de su voluntad habría podido precipitar al rebelde en un instante. ¿Porqué juzgó necesario un combate verdadero y real entre las dos legiones angélicas opuestas?, la respuesta que me surge es que siendo Dios superior al diablo, lo enfrentó con un igual para que la pelea fuera justa. Según el mismo Papini, Satanás no fue lanzado al infierno, fue expulsado del cielo y lanzado a la tierra para corromper a los hombres, pero en el texto de Santiago de la Vorágine, Miguel Arcángel expulsó al demonio y a todos sus ángeles y los dejó hasta el día del juicio en las capas inferiores del aire. desde entonces no les está permitido ni remontarse a las zonas superiores del espacio (lugar luminoso y agradable), ni vivir en la tierra con nosotros para que nos contaminen. En la época medieval, la forma de representación del Arcángel consistía en portar el traje de centurión romano, en el periodo Gótico, cita Roig, viste túnica larga y ceñida a la cintura, durante el siglo XVI comienzan a vestirle traje de guerrero, con armadura de la época como San Jorge, del que sólo se distingue por las alas. Poco después ostenta ante el pecho la coraza de cruzado. En cuanto a las alas de los ángeles en la época bizantina son de águila, con plumas estilizadas que caen hasta el tobillo, en la Edad Media son representadas como las de golondrina, en el Renacimiento también son de águila y en el Barroco ostentan alas de gran tamaño. A San Miguel en el Renacimiento, se le ha representado joven y hermoso, y la mayoría de veces vestido de forma resplandeciente, con espada, lanza y escudo, como lo menciona Ferguson. En la obra de Luis Juárez, el arcángel Miguel está ataviado de manera deslumbrante, pero sólo posee una lanza con punta de metal, un estandarte y una corona enjoyada. Este suceso fue representado recurrentemente por los pintores novohispanos. El Arcángel San Miguel fue un personaje muy representado desde la Edad Media hasta el Barroco, pero en el Neoclásico, como sabemos, fue escasa su imagen y en el siglo XIX se olvidó casi por completo. Como sabemos, el Arcángel Miguel es el defensor y protector de la Iglesia cristiana. Juan Eusebio Nierenberg lo asoció con Marte, el dios de la guerra, por eso los cristianos convirtieron en iglesias los templos que antes estaban dedicados a este dios. La imagen  de San Miguel simboliza la lucha de la cristiandad contra el paganismo y la idolatría, es así que en la Nueva España la devoción a este Arcángel llegó con los primeros conquistadores y con los frailes que estaban a cargo de la evangelización. Durante los siglos XVI y XVII, también se le asoció con Santiago apóstol, porque Santiago fue el patrón durante la conquista. Auxilió a los españoles en su largo batallar con los infieles y cruzó el océano para aniquilar paganos. Al igual que Santiago, San Miguel Arcángel lucha contra la idolatría de dioses paganos.

Graciela Mejía González

Ver: La Maravilla Americana https://vieliteraire.blogspot.mx/2017/12/la-maravilla-americana.html
La magnolia, Julio Ruelas  http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/07/la-magnolia-julio-ruelas.html
Naturaleza muerta 1954, Rufino Tamayo  http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/08/naturaleza-muerta-1954-rufino-tamayo.html
Manzanas, Paul Cézanne  http://vieliteraire.blogspot.com/2013/07/manzanas-paul-cezanne.html
Van Gogh, la expresión inquietante de una naturaleza extraña  http://vieliteraire.blogspot.mx/2014/09/van-gogh-la-expresion-inquietante-de.html
El secreto de los flamencos  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/el-secreto-de-los-flamencos.html
Drácula, la personificación de una divinidad pagana maligna  https://vieliteraire.blogspot.mx/2017/04/dracula-la-personificacion-de-una.html