Drácula, la personificación de una divinidad pagana maligna

¿Olvidar lo que ha muerto? 
¡Oh!, todavía quedan espectros que vengarlo puedan.
Percy Bysshe Shelley

Bram Stoker, al igual que otros escritores de la época, se inspiró para su novela en un príncipe del medioevo, Vlad Tepes, temido por su justicia y crueldad. No obstante, a diferencia de ellos, no escribió una novela histórica típica sino que el personaje real le sirvió simplemente como telón de fondo sobre el que construyó una obra alegórica que cabe situar dentro del género de la literatura fantástica. Siguiendo una tradición occidental fomentada por la iglesia y tendiente a relacionar todas las formas del mal con el paganismo, Stoker relaciona a Drácula con el diablo, principal instigador del mismo según los teólogos, así como con los nosferatus, vampiros y con ciertas divinidades paganas, muy arraigadas en los pueblos de Europa y claras reminiscencias de la era precristiana. La presentación de tales creencias sirve para un enfrentamiento religioso. Stoker vivió en un punto decisivo en la historia intelectual europea, el segundo paso del Romanticismo, a fines del siglo XIX. El apogeo anterior del cientificismo había terminado, y el colapso del positivismo abrió nuevos horizontes a las incertidumbres acerca del hombre y la naturaleza. La filosofía bergsoniana y los sicoanálisis estaban naciendo cuando fue publicada la novela de Stoker. Éste puede ser visto como un reflejo tanto del pasado romanticismo como de las puertas chirriantes en lóbregos castillos y antiguos escenarios medievales, y el nuevo romanticismo de inconciencia colectiva. Por otra parte, la mayoría de los rumanos creen que la vida después de la muerte será muy semejante a la vida en esta tierra. No hay mucha creencia en ningún mundo puramente espiritual. De este modo, les parece muy natural que después de la muerte esos no muertos puedan caminar sobre la tierra, no como fantasmas o espíritus sino como criaturas vivientes. Es interesante notar que en todas las regiones de Rumania, la mayoría de los casos autentificados de vampiros fueron reportados de Transilvania, particularmente del norte, escenario de la trama gótica de Stoker. La popularidad de la novela gótica se había ya desarrollado en la literatura inglesa mucho antes que Stoker escribiera en esa tradición. Había acercamientos en dos llamadas corrientes básicas, la racionalista y la realista, la presentación del terror distinguiéndolo del horror. Las últimas novelas góticas del siglo XVIII, de escritores tales como Sophia Lee y Ann Radcliffe, representaron el acercamiento racionalista. El horror era solamente aparente; todo era bien explicado al final de la historia por el trabajo de un detective científico. El misterio se disolvía, y todos los misterios eran descubiertos al tener explicaciones absolutamente naturales. La historia toda había dado solamente una ilusión de lo sobrenatural, no la cosa real. En estas historias había terror, pero no verdadero horror. La otra tradición, la del horror gótico realista, fue alentada por el movimiento romántico del siglo XIX. El Drácula de Stoker fue la culminación de esta tradición. Los románticos revivieron el espíritu de los cuentos del Renacimiento medieval, último y posterior, de los propios días del histórico Drácula. Los horrores son presentados por los románticos como hechos de la vida diaria. Lo horrible, lo inimaginable, ha sucedido realmente.
Con tantos espíritus malignos vagando por los campos y villas de Transilvania, parece razonable que la gente haya buscado, tradicionalmente, toda suerte de elementos de defensa, y en el curso de los siglos se haya desarrollado un formidable conjunto de armas para combatir y neutralizar las fuerzas de la oscuridad. Los principales elementos en los actos rituales de Bram Stoker para matar vampiros son ya encontrados en el folklore rumano de Transilvania. De acuerdo con James Frazer (escritor contemporáneo a Bram Stoker), entre los rumanos de Transilvania, en los casos muy obstinados de vampirismo, se recomienda cortarles la cabeza y ponerla nuevamente dentro del ataúd, con la boca llena de ajo; o sacarles el corazón y quemarlo, dispersando las cenizas sobre la tumba. El ajo se ha considerado tradicionalmente por los hombres, a través de los siglos, como poseedor de poderes medicinales o mágicos. El método de Stoker, de matar a los vampiros por medio de la decapitación o clavándoles una estaca en el corazón, está de acuerdo con la mayoría de las creencias del folklore rumano y del este de Europa. De este modo, tal como en el folklore popular se incluye la terminología de los vampiros, la gente no está enteramente indefensa, en términos de armas defensivas. Los campesinos dicen que el diablo, como el vampiro, es capaz de transformarse en diversos animales; el murciélago es el único mamífero que llena por completo un viejo sueño del hombre, puede realmente volar por sí mismo y parece desafiar la gravedad. Con el fin de volar, el hombre ha tenido que inventar alas artificiales y después máquinas voladoras. Si Dios hubiera querido que el hombre volara, el Creador le hubiera dado alas como a un pájaro o a un murciélago. En la novela de Stoker, Drácula toma en ocasiones la forma de una niebla o puntillos fosforescentes; el vampiro del folklore rumano, algunas veces semeja un puntillo de luz en el aire. El vampiro de Stoker también puede convertirse en lobo o en murciélago. Algo del folklore transilvano eslabona al murciélago con actos de vampirismo. Al dragón se le suponían grandes poderes, no todos necesariamente para el mal. Drácula puede ser derivado de dragón. En la mitología dacia el dragón también puede ser un símbolo de defensa contra el mal y puede representar al mal por sí mismo. El dragón es una figura simbólica, una serpiente con alas; entre los gnósticos, el dragón estaba representado como un dragón mordiendo su propia cola. El dragón con alas mordiendo su cola era la insignia de la Orden del Dragón de Drácula. El dragón ha permanecido, por lo general, como animal-cosa y, por lo tanto, el enemigo por excelencia. Este monstruo es el enemigo primordial en la prueba perpetua del combate, como en san Jorge y el dragón. En la mitología cristiana el dragón es también, específicamente, el símbolo del mal, de Satanás, el cual puede también corresponder con la imagen malvada de Drácula. En Rumania el dragón es ocasionalmente tipificado como un monstruo enorme, con dos fantásticas quijadas abiertas, una arrastrando en tierra y la otra levantada hacia el horizonte, engullendo todo lo que se halle a su alcance.
El año probable del nacimiento de Drácula fue señalado por dos memorables acontecimientos en Francia. Uno de ellos fue la muerte de Juana de Arco en la hoguera, acusada de hechicería, en la plaza pública de Rouen, por una corte eclesiástica bajo control inglés. El otro fue la coronación del niño de diez años de edad, Enrique VI, como el primer rey inglés en París. Entre los veteranos que habían estado combatiendo en los ejércitos de la Doncella de Orleáns se hallaba un mariscal de Francia, Giles de Laval, Barón de Retz o de Rais, prototipo del tristemente célebre Barba Azul, que al parecer fue colgado y quemado vivo cerca de Nantes por sus diabólicas crueldades y la masacre de niños en su castillo de Tiffauges, en Bretaña. La historia de Barba Azul es encontrada en diversas formas en el folklore de diferentes países, y tiene marcadas analogías con la leyenda de Drácula, no solamente en términos de crueldad.
El nacimiento de Drácula ha sido situado cerca del año 1431, en un poblado de Transilvania conocido con el nombre de Sighisoara. Se le bautizó como Vlad. El nombre de Drácula surgió porque se relacionaba con una orden caballeresca denominada El Dragón, la cual poseía una insignia con un dragón arrodillado, con las alas abiertas, suspendido por una cruz, con la cola alrededor de la cabeza y con la espada hendida. También se deriva de la palabra "diablo", pues en lengua rumana "Drac" tiene también ese significado. Repetidamente, los autores han enfatizado el hecho de que Dracul, en rumano, significa Diablo, y Drácula, hijo del Diablo. En la biblia se halla al Diablo, específicamente al Diablo-serpiente que tienta a Eva en el jardín del Paraíso. La induce a comer el fruto prohibido para obtener el conocimento del bien y del mal. Esta serpiente habla como un ser humano. En este caso, parecería que las religiones primitivas subsisten en forma distorsionada; algunos de los antiguos dioses de la religión prejudía cristiana degeneran en demonios tentadores. El mismo hecho de que estos dioses primitivos fueran generalmente asociados con el dragón, sugiere que en la leyenda popular el diablo puede degenerar en un dragón alado o en un vampiro. En la imaginación del pueblo rumano el diablo y el vampiro se hallan inextricablemente entrelazados. Si esta línea de razonamiento es correcta, estos dioses de la noche pudieron también, en el caso del propio mítico Drácula, ser un reflejo de alguna antigua religión precristiana de bebedores de sangre en Europa oriental, cuyas huellas se han perdido desde entonces.
Vlad era el mediano de dos hermanos Mircea y Radú. En 1442, el gobierno de su padre entró en crisis. Las luchas con cristianos y paganos fueron debilitando su principado. En ese año, los turcos iniciaron una campaña de invasión a Transilvania. El padre de Vlad fue instaurado en su trono bajo ciertas condiciones, entre ellas, debía entregar a dos de sus hijos como rehenes, Mircea permaneció al lado de su padre. Para Vlad, el cautiverio significó el desarrollo de su personalidad fría y despiadada, fue sometido a prácticas tortuosas. A la ejecución de su padre, Vlad fue colocado en el trono de Valaquia en 1448. Cuando Constantinopla cayó en manos de los turcos, en 1453, inició el verdadero reinado de terror. Un monje de la abadía de Snagov se atrevió a reprobar la moral del príncipe y éste lo mandó empalar, los demás monjes tuvieron que abandonar el monasterio por temor. La técnica del empalamiento consistía en hacer sentar al desdichado en un palo afilado. En la mente de Vlad convivía la crueldad y la religiosidad, de tal manera que justificaba sus crímenes con argumentos teológicos. La mente enferma y desquiciada de Vlad ideó indescriptibles métodos de tortura; pero quizá el más horrendo era el de introducir un hierro candente a través de los genitales. La escena más difundida del tirano, en la cual aparece comiendo y bebiendo rodeado de cadáveres. Gozaba mojando su pan en la sangre de sus víctimas que recolectaba en tazones y que ponía en su mesa. Esta imagen es de las más conocidas y antiguas y circuló en un panfleto alemán editado en Nuremberg en 1499. En 1461 su ejército sucumbió ante su enemigo, cuando el enemigo estaba a punto de entrar en la capital valaca, contempló un espectáculo siniestro: veintemil personas, entre niños y adultos, yacían descuartizados o empalados. Vlad fue derrotado y en su huida fue apresado por los húngaros. Su hermano Radú fue colocado por los turcos en el trono de Valaquia. En 1476 Vlad muere en una batalla contra los boyardos. Ya muerto fue decapitado y su cabeza se envió a Constantinopla, en donde fue expuesta al público.
En la literatura, la imagen de Drácula siguió dos senderos distintos: uno dentro de Rumania y el otro más allá de las fronteras de ese país. La representación literaria de Drácula en el oeste, por los panfletos germanos del siglo XV sobre Drácula, amplió progresivamente el tema de horror hasta que Drácula se convirtió en un vampiro en la novela inglesa de Stoker.
El primer humanista rumano, Nicolae Olahus se encontraba emparentado con Vlad. Ion Budai Deleanu, teólogo, hombre de leyes, geógrafo, gramático, historiador y científico político, fue el autor de una notable creación épica, quizá única en la historia de la literatura rumana. Por una extraña coincidencia, la épica de Budai Deleanu, Tiganiada, se basó en la vida y época de Vlad, un poema-canción con el príncipe valaco dirigiendo un ejército de eslavos gitanos contra los turcos. Es extraordinario cuando se piensa que el idioma literario rumano estaba escasamente en proceso de formación. Budai Deleanu, como Homero, buscó a un héroe para ser inmortalizado por sobre todos los demás héroes de la historia rumana. A sus ojos, Vlad era El bravo, no El empalador, conduciendo a su desorganizado ejército gitano en orden de batalla con la ayuda de los ángeles y las fuerzas del bien contra los turcos, los perversos boyardos y las fuerzas de Satanás. Budai Deleanu introduce a la mujer vampiro, así como a otros espíritus del mal con los cuales estaba tan familiarizado en su nativa Transilvania, pero éstos no están eslabonados con Drácula; los vampiros, de hecho, son sus enemigos. Budai Deleanu habla también de espíritus inmundos que nunca duermen sino que vuelan por la noche, otra referencia obvia a los vampiros. En una especie de horror los vampiros vuelan en dirección a la región del sur de Transilvania, hacia la montaña que descansa entre Valaquia. El castillo de Drácula no queda muy lejos: En lo más escarpado e inaccesible de los Cárpatos se encuentra la residencia de Drácula, un inmenso castillo ruinoso en parte, de cuyas altas ventanas negras no salía un solo rayo de sol y cuyas quebradas murallas mostraban una línea dentada que destacaba contra el cielo iluminado por la luz de la luna.
Es extraño, ciertamente, advertir que el libro de Stoker, el cual ha disfrutado de un éxito tan extraordinario que ha sido traducido a una docena de idiomas, incluyendo el japonés, no había sido, por una extraña omisión, traducido al rumano, hasta hace pocos años. Las oportunidades de fijar una nueva literatura gótica rumana son remotas, ya que las antiguas formas literarias inspiradas desde el exterior no son generalmente alentadas. La novela de Stoker no es la creación aislada de la imaginación de un hombre; es más bien la culminación de una serie compleja de elementos específicos en la literatura occidental de Europa. Fue en la literatura húngara más reciente, que a Drácula se le describió con gran firmeza como un villano. Un oscuro escritor húngaro, Miklós Jesiku, escribió una novela, publicada en 1863, que tiene lugar en la época de Dracul, padre de Drácula, y en la cual Dracul y Drácula son confundidos en la narración. Es el énfasis sobre la maldad de Drácula el que incendió la poética imaginación del escritor inglés Bram Stoker. En los días de Stoker el interés general en Transilvania, y en el folklore transilvano, fue estimulado por la reina de Rumania, cuando la nieta de la reina Victoria contrajo nupcias con Fernando, el heredero al trono rumano, en 1893, dos años antes que Stoker empezara a trabajar en el primer borrador de su libro. Las primeras entregas del libro extremadamente influyente de James Frazer, La rama dorada. Esta puede haber tenido cierta influencia sobre la presentación de los míticos aspectos de la imagen del vampiro de Stoker. El propio Frazer había notado que en ninguna parte del mundo había tal cantidad de tan rico material acerca del vampirismo como entre los rumanos de Transilvania. Algo del folklore rumano acerca del vampirismo pudo también haber llegado a Stoker del libro de Emily Gérard, La tierra más allá de la selva, en 1888. Stoker pudo también haber acudido, para información general, a la obra de E. Mawe, Cuentos y leyendas rumanas (Londres, 1881); a E. C. G. Murray, Canciones y leyendas nacionales de Rumania (Londres, 1852); el ensayo de Emily Gérard, Supersticiones transilvanas (Londres, 1885), y una corta reimpresión de El siglo XIX, (un periódico en el cual colaboró el propio Stoker).

Graciela Mejía González
(Texto basado en las investigaciones de Raymondt Mc Nally, Roberto Torres, Román Gubern y Joan Prat).

Ver: Erzsébet Báthory  http://vieliteraire.blogspot.mx/2014/04/erzsebet-bathory_19.html
La dignidad del hombre  https://vieliteraire.blogspot.mx/2014/05/la-dignidad-del-hombre.html
Drácula, el no muerto   https://vieliteraire.blogspot.com/2019/05/dracula-el-no-muerto_19.html
Los misterios de Udolfo, Ann Radcliffe  http://vieliteraire.blogspot.mx/2014/07/los-misterios-de-udolfo-ann-radcliffe.html
El confesionario de los penitentes negros, Ann Radcliffe  http://vieliteraire.blogspot.mx/2015/11/el-confesionario-de-los-penitentes.html
El subterráneo, Sophia Lee  https://vieliteraire.blogspot.mx/2016/03/el-subterraneo-sophia-lee.html
El castillo de los Cárpatos  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/el-castillo-de-los-carpatos.html
La melancolía  http://vieliteraire.blogspot.mx/2014/05/la-melancolia.html
El evangelio de los vampiros  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/11/el-evangelio-de-los-vampiros.html
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