El arte bello

"Dios se manifiesta en la naturaleza y en el arte bajo la forma de la belleza: La belleza es el reflejo de la idea de la materia. Únicamente el alma es bella; pero la inteligencia se muestra a nosotros bajo la forma sensible, y esta apariencia sensible del espíritu es la única realidad de la belleza. La belleza y la verdad en tal sistema son una sola y única cosa: la belleza es la expresión sensible de la verdad". Hégel

La belleza no es una cosa exterior al objeto, sino la quintaesencia del objeto. El arte es la expresión de una vida razonable y consciente, que evoca en nosotros a la vez la conciencia más profunda de nuestra existencia y los más altos sentimientos y los pensamientos más nobles. A su parecer, el arte transporta al hombre desde la vida personal a la vida universal por medio de una participación de los mismos sentimientos y de las mismas ideas. El arte es una actividad que: 1º satisface nuestro amor innato por las apariencias; 2º encarna, en esas mismas apariencias, ideas; y 3º da al mismo tiempo placer a nuestros sentidos, a nuestro corazón y a nuestra razón. Renouvier dice que "no dudemos en afirmar que una verdad que fuese bella no sería más que un juego lógico de nuestro espíritu, y que la única verdad sólida y digna de este nombre es la belleza". La belleza es producto de nuestras impresiones físicas. El mundo tiene dos aspectos, existiendo en una parte la suma de nuestras limitaciones, y en la otra la suma de nuestra libre actividad ideal. Por el primer aspecto, todo resulta desfigurado, comprimido, mutilado y vemos su fealdad; por el segundo, percibimos los objetos en su plenitud y vidas íntimas, viendo así la belleza. Según Fichte, ésta no reside en el mundo, sino es el alma bella. Tiene el arte por fin la educación no sólo de la inteligencia y del corazón, sino del hombre entero. De ahí resulta que los caracteres de la belleza no provienen de las sensaciones exteriores, sino de la presencia de un alma bella en el artista. El arte es el resultado de una concepción de las cosas en la cual el sujeto es la percepción de lo infinito en lo finito. El arte es la unión de lo subjetivo y de lo objetivo, de la naturaleza y la razón, de lo consciente y de lo inconsciente. Y la belleza es también la contemplación de las cosas en sí, tales como existen en sus prototipos. Ni la ciencia ni la destreza del artista producen la belleza, sino de la idea de la belleza que está en él. ¿Qué es, pues, esa belleza que de continuo cambia de sentido según los países y las épocas? Kant afirma que "el hombre conoce la naturaleza fuera de él, y se conoce a sí mismo en la naturaleza. En la naturaleza busca la verdad, en sí mismo busca la bondad. La primera de esas investigaciones pertenece al dominio de la razón pura, la segunda, al de la razón práctica. Pero, además, de estos dos medios de percepción, existe también la capacidad de juzgar, que puede producir juicios sin conceptos y placeres sin deseos. Esta capacidad es la base del sentimiento estético". La belleza, según Kant, es, desde el punto de vista subjetivo, lo que gusta de una manera general y necesaria, sin concepto y sin utilidad práctica. Desde el punto de vista objetivo, es la forma de un objeto que agrada, con tal de que este objeto nos agrade, sin cuidarnos para nada de su utilidad. El fin del arte es el placer: pero el autor estima que este placer debe ser eminentemente moral. El arte, en su definición, es sencillamente un producto capaz de procurar a su productor un goce activo y hacer nacer una impresión agradable en cierto número de espectadores o de oyentes, con independencia de toda consideración de utilidad práctica. Un hombre cualquiera es capaz de experimentar todos los sentimientos humanos, aunque no sea capaz de expresarlos todos. Pero basta que otro hombre los exprese ante él, para que enseguida los experimente él mismo, aun cuando no los haya experimentado jamás. Arte hay en que un hombre, habiendo experimentado miedo o deseo, en realidad o imaginativamente, exponga sus sentimientos en la tela o en el mármol, de modo que los haga experimentar por otros. La verdad produce generalmente la decepción y destruye la ilusión, que es una de las condiciones principales de la belleza. Aquel que reflexiona sinceramente, ve que el arte de las clases superiores no podrá ser nunca el arte de una nación entera. Sin embargo, si el arte es una cosa importante, si tiene la importancia que se le atribuye, si es tan importante como la religión, debe ser en tal caso accesible a todos. Y como el arte actual no lo es, se deduce de ahí que, o no tiene la importancia que se le atribuye, o se llama arte a lo que no lo es. El fin del arte es la belleza; la belleza se conoce por el placer que proporciona, y que el placer, a su vez, es una cosa importante por el solo hecho de ser un placer. Las innumerables definiciones del arte no son tales definiciones, sino simples tentativas para justificar que el arte existe. Por extraño que pueda parecer, no se ha dado de éste ninguna definición verdadera, debido a que siempre se ha fundado la concepción del arte sobre la de la belleza. La sensación que provoca un acto en vivo como una partida de ajedrez se iguala a aquello que provoca un acto performancero o una obra de teatro, pero muchas veces no es la belleza en si la que nos hace sentir placer sino el acto en sí mismo, por eso es que no debemos fundar el concepto de arte sólo en la belleza, hay muchas cosas más que intervienen en la apreciación del arte. El ideal en muchas de las etapas del arte si era la belleza, actualmente el fin del arte es hacernos pensar.

León Tolstoi


Ver: El arte bueno  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/el-arte-bueno.html
El arte verdadero http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/el-arte-verdadero.html
El arte falso  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/el-arte-falso.html
El arte por el arte  http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/05/el-arte-por-el-arte.html
¿Qué es el arte?  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/que-es-el-arte.html