¡Extraño libro aquél en que pusiste todo lo que siento, sin poder decir!
Poeta igual a mí, ¡ay quien me diera decir lo que tu dices!
Florbela Espanca
Me parece increíble que transcurridos ya 146 años de eso, pensamos de idéntica manera. Irónicamente en el siglo XIX, el siglo XX y lo que va del XXI, el materialismo sigue arrasando con lo espiritual. Esta novela ha sido la menos mencionada entre los trabajos de Théophile Gautier por el tema que trata, en México, cuando se dió a conocer, en pleno siglo XX, se le desdeñó porque se creía que trataba de cosas de superstición y brujería, que le atribuían al título "espiritismo". Un prejuicio tonto que revela la ignorancia o la falta de interés por las cosas inmateriales, como bien lo dice Diodoro Tejada.
Yo, desgraciadamente, tuve en mis manos por primera vez esta novela en el año 2002. La encontré en la biblioteca de mi Universidad. Sólo era un ejemplar, muy deteriorado; las hojas amarillas y casi desencuadernado. El título me llamó la atención, no el autor, puesto que yo no conocía muy bien a Gautier. Pedí el libro y lo llevé a mi casa, lo tuve arrumbado unos días, pero me fracturé el pie izquierdo y me recomendaron reposo, un largo reposo, entonces tomé el libro y lo comencé a leer, desde la primera línea lo adopté como mi historia favorita.
Cuando mejoré fui a buscarlo en todas las librerías y no lo encontré, entonces regresé a la biblioteca y pedí una copia. Al tener la copia en mis manos me arrepentí, porque con la manipulación que hizo la persona que sacó las copias, terminó por deshojarlo y lo envié a reparación. Nunca más volví a ver aquel libro. Así comencé a investigar sobre Gautier y a coleccionar sus escritos, pero no encontré un libro impreso de "Espirita". Me di por vencida por algunos años, hace poco, sin ánimos de encontrarlo pregunté por él en las librerías. Fue un 23 de septiembre de 2011 cuando un librero me envió a buscar en la librería de enfrente un cuento que deseaba leer. Yo no tenía la menor idea de que dicha librería existía ahí, entré y el dueño me atendió, inmediatamente me encontró el cuento, le pregunté si tenía algún libro de Théophile Gautier y enseguida me mostró "La novela de una momia", "El capitán fracasa" y debajo de éstos, "Espirita", sí, "Espirita". Enseguida disimulé mi asombro y mi alegría y tomé en mis manos "Espirita"—le dije me llevo este. Pero no me alcanzaba el dinero para pagarlo y lo dejé apartado. Esa noche no dormí pensando en que al día siguiente por fin sería mío el único ejemplar que había. Al día siguiente lo llevé a mi casa y lo abrí. El libro tenía las hojas amarillentas y pegadas, tomé una navaja y las despegué cuidadosamente. Por más cuidado que tuve las esquinas se desmoronaban. El libro desprendía un olor a viejo y comprendí que desde que salió a la venta aquel año de 1952 en México, nadie lo había abierto; un libro virgen, me dijeron por ahí, sí, al parecer me estuvo esperando todos estos años.
Graciela Mejía González
Ver: 200 años de Théophile Gautier http://vieliteraire.blogspot.com/2011/12/la-belleza-del-arte-literario-200-anos.html
Espirita, Théophile Gautier http://vieliteraire.blogspot.mx/search/label/Espirita.%20Théophile%20Gautier
El libro, un mundo espiritual http://vieliteraire.blogspot.mx/2014/03/el-libro-un-mundo-espiritual.html
El hombre de letras https://vieliteraire.blogspot.com/2018/12/el-hombre-de-letras.html