La muñeca sangrienta

Cada casa, como cada corazón, tiene su misterio… Ese pinchazo de rosal en virtud del que ha sangrado su brazo no es nada junto a otras horribles heridas por las cuales fluye y se derrama hasta la última gota la vida de un corazón. ¿Por qué representarse a los vampiros con cara de muerto? El mayor brucólaco del mundo es un niño de mejillas rosadas con un carcaj y flechas… ¡Se llama el Amor!

Gaston Leroux uno de los máximos exponentes de la literatura de terror de los siglos XIX y XX, le debe su fama, fundamentalmente, a su obra más emblemática: "El fantasma de la ópera", pero hay otras de idéntica calidad que han permanecido en el olvido "La muñeca sangrienta", una magnífica novela de suspenso que revela el misterio que se encuentra en la frontera entre la vida y la muerte. "La muñeca sangrienta" escrita en 1923 y situada en la Île-Saint-Louis de París, nos narra la vida de Bénédict Masson, encuadernador que vive frente a la casa de Norbert, un relojero. Este tiene una hija, Christine. Masson tiene una profunda admiración por las mujeres y no consigue consumarse en la historia de amor que sueña en sus Memorias. Consciente de su fealdad se limita a espiar a Christine. Una noche descubre que ésta oculta en su hogar a un joven con el que mantiene una historia de amor. Bénédict Masson, se nos muestra inicialmente como un pobre hombre poco agraciado físicamente del cual todas huyen, y que en realidad es un asesino en serie que ha quemado a siete mujeres en un hornillo que tiene en su casa de campo. Una noche, Masson ve desde su buhardilla cómo Christine oculta un hombre en un armario. Y ve también como el padre de Christine, el relojero Norbet, lo mata. Un día, por una petición de Christine, comienzan a trabajar en la biblioteca de la mansión de Georges-Marie-Vicent, marqués de Coulteray. Allí conocen a su esposa, la marquesa de Coulteray, que asegura que está siendo vampirizada por el marqués de Coulteray, el cual tiene fama entre la gente del pueblo de ser un vampiro, pero nadie se cree realmente esos rumores. En esta historia Leroux nos narra una forma moderna de asesinar, que no es la típica forma que el vampiro de antaño tiene porque va más allá de un pinchazo en el cuello de la víctima y que al mismo tiempo, en cuanto a lo mecánico, me recuerda a los instrumentos de tortura que La Condesa Báthory utilizaba ya en el siglo XVI: "Creo que los vampiros tienen, como veneno que se difunde por todo el cuerpo con una rápidez y con una dulzura imposible de resistir. Inmediatamente se nota que las fuerzas huyen como por una puerta abierta, ¡qué es el agujerillo de la mordedura!… ¡No en balde pasa el tiempo! Y  la ciencia substituye al vampirismo. Aquel vampirismo ya no es más que un sueño… No era ya aquella cosa fúnebre, fantasmal y legendaria que los espíritus modernos trataban con desdén incrédulo. Era la más antigua y la más monstruosa de las pasiones —la de la sangre humana—, servida por la química y la mecánica".
Por otra parte, el marqués de Coulteray, era efectivamente un vampiro, prueba de ello se encuentra en la descripción que Bénédict hace de los antepasados del matqués: "Aquellas cuatro imágenes me ofrecían la historia del vestido masculino en Francia durante un período de ciento cincuenta años, con la extraña particularidad de que los diferentes atavíos parecían vestir a la misma persona: tanto se parecían los Coulteray. Casi me atrevo a decir que se asemejaban hasta en el tono y en las maneras. Bajo los encajes y los faldones del traje Luis XV, bajo la corbata a la Garat, el traje y las polainas a la inglesa del año ix, bajo la levita de amplio cuello del tiempo de Carlos X, bajo el traje a la francesa del segundo imperio, se en contraba al mismo Coulteray subido de color, de  nariz fuerte, de boca carnosa, aunque no desprovista de finura, de ojos llenos de un fuego extraño y turbador, de frente algo estrecha, pero voluntariosa, subrayada por cejas unidas por su nariz y, sobre todo, de un gran talante de audacia algo insolente que parecía decir: ¡el mundo es mío!".
El final de "La muñeca sangrienta" queda inconcluso y sin dejar terminado ciertos hechos. Es así porque continúa en la siguiente novela de Gaston Leroux, "La máquina de asesinar", publicada también en 1923 y que continúa esta historia con los mismos personajes hasta su conclusión final.
Desde mi punto de vista, en este relato, Leroux nos transporta a un mundo de vampiros sin que uno sospeche, debido al título de la obra y porque los primeros capítulos nada de este tema refieren, la habilidad de Leroux hace que el lector piense que se trata de una novela romática al estilo de "La Bella y la Bestia" o "El Jorobado de Notre Dame", porque el protagonista de esta historia, así como su ya tan famoso "Fantasma de la Ópera" es un hombre muy feo, pero con un corazón muy bello. Este relato pone nuevamente al juicio del lector la terrible, pero inevitable perdición de Bénédict Masson quién siendo tan feo la gente ignorante de su aldea dio el sobre nombre de monstruo y la impotencia de este ante tal acusación le hizo vivir de forma ermitaña anhelando que una mujer bella alguna vez se fijara en él. Así suceden siete asesinados de mujeres en aquella región y Masson es el único sospechoso, y su bella enamorada Christine le acusa. Para mi, la novela no deja en claro quién cometió estos asesinatos, si fue Masson o un hombre honesto y presuntuoso que se hacía llamar Georges-Marie-Vicent (el marqués de Coulteray) y que en realidad era un vampiro. La conclusión de esta historia me deja pensando que los hombres reprimidos por algún motivo se convierten en seres sensibles, porque Bénédict sublimaba su vida de frustración con hermosos poemas de amor: "Cosa extraña, aquel hombre de aspecto extravagante no cazaba ni pescaba, no llevaba fusil ni artilugio de ninguna clase… Pero llevaba en el bolsillo una libreta y un lápiz y hacía versos, hacía versos de amor… ¡Sólo en el amor pensaba!".

Graciela Mejía González

Ver: La mandrágora  http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/04/la-mandragora.html
Murciélagos  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/murcielagos.html
El país de las tempijuelas  http://vieliteraire.blogspot.mx/2011/12/el-pais-de-las-tempijuelas.html
Erzsébet Báthory  http://vieliteraire.blogspot.mx/2014/04/erzsebet-bathory_19.html
El almohadón de plumas  http://vieliteraire.blogspot.mx/2013/05/el-almohadon-de-plumas.html